La profesión de psicólogo ha resultado ser una de las más demandadas en la actualidad. ¡Y esto me hace muy feliz! Sin duda, superando las dificultades de la crisis pandémica con esfuerzos comunes viviremos en una sociedad mejor. Junto con la demanda de psicólogos hoy en día, también crece nuestra responsabilidad profesional personal. Todos aprendemos mucho sobre conocimientos psicológicos; afortunadamente, el acceso a literatura profesional, seminarios web y programas de formación avanzada es ilimitado. Pero sin observar las reglas de la ética profesional, no es posible aplicar los conocimientos. En nuestra profesión, más que en ninguna otra, es importante el cumplimiento de las normas de trabajo, la conciencia y la autodisciplina. ¿Qué preguntas siento que necesito hacerme? ♦️¿Con qué temas o clientes no estoy preparado para trabajar en este momento? ¿Conozco los límites de mi competencia profesional? ¿Puedo mirar un poco más adelante e imaginar qué dificultades pueden surgir en el camino la resistencia del cliente y su propia contratransferencia? ♦️ ¿Cuál es la carga máxima disponible para mí actualmente? ¿Número de citas por semana, por día? ¿Soy capaz de determinar si estoy trabajando plenamente o si, como resultado del agotamiento emocional, me estoy alejando de mis sentimientos y actuando según el automatismo? ♦️¿De qué maneras repongo mis recursos? ¿Estoy supervisando la práctica lo suficiente? ¿Qué tipo de supervisión necesito en esta etapa de mi desarrollo profesional? ¿Noto que necesito buscar terapia personal? Todas estas preguntas tienen que ver con una mirada honesta a uno mismo. La honestidad con el cliente también es importante. ♦️Es deshonesto persuadir y retener a un cliente en el proceso de terapia, basándose en el conocimiento de que la persona necesita continuar yendo a terapia. ♦ Intimidación con consecuencias. Comparación con otras personas, “casos similares”. Nuestros clientes son personas libres que siempre pueden elegir qué hacer con sus vidas. Podemos y debemos compartir honestamente nuestros propios puntos de vista, pero la decisión depende del cliente. ♦️Las promesas prematuras y poco realistas a los clientes sobre lo que sucederá exactamente como resultado de la terapia son deshonestas. Esta violación de las normas laborales me parece la más perjudicial. En principio, comerciar en Internet con formas de “atraer hombres buenos a tu vida”, “deshacerte de personas tóxicas” y muchas otras cosas seductoras no tiene nada que ver con la psicoterapia. ♦️El juego con el precio es injusto. Manipulación de la reducción de precio, por ejemplo, para un contrato de larga duración. Es inaceptable recibir pagos por adelantado. Y también muchas otras cuestiones éticas profesionales, cuyo incumplimiento anulará el proceso terapéutico y ningún conocimiento de psicología compensará el daño. Me gustaría tocar el tema de la imagen del psicólogo en el cine. Después de todo, casi ninguna película moderna puede prescindir de que los personajes acudan a un psicólogo en busca de ayuda. Desafortunadamente (aunque esto puede ser idea del director), lo que se muestra en la pantalla es completamente una violación de la ética profesional: relaciones duales. . Cuando un psicólogo y un cliente se encuentran fuera del trabajo terapéutico o están en alguna otra relación - Una representación distorsionada de la relación terapéutica, que se interpreta como amistad, amistad, familiaridad - Violación de la regla de confidencialidad del cliente. el psicólogo se muestra como la imagen de una persona que tiene sus propios problemas personales graves. Adicciones, trastorno de ansiedad. Por supuesto, esto puede suceder y sucede. Pero la pregunta es, ¿cómo afronta esto un psicólogo? ¿Es capaz de admitir y detener la práctica hasta que se normalice? La ética profesional es el pilar de nuestra dignidad profesional. Invito a aspirantes a psicólogos a SUPERVISIONES individuales con cuestiones de organización del proceso terapéutico, con las dificultades de celebrar un contrato terapéutico..