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Mucha gente conoce la manida frase: “Todos venimos de la infancia”. ¿De qué se trata? Que en nuestra infancia se pueden formar ciertos patrones (patrones) de comportamiento, que seguimos encarnando en la edad adulta. Porque no existen personas ideales, como tampoco existen padres, educadores y maestros ideales. A medida que crecemos y socializamos, podemos tener experiencias traumáticas. Cuando una persona acude a psicoterapia, trae su historia personal. Como regla general, esta historia se recopila a partir de piezas, fragmentos de las experiencias más vívidas de la infancia. En el centro de esta historia se encuentra la chispa divina interna de la personalidad: la esencia del Ser dada por Dios, que busca su encarnación en este mundo. En la mayoría de los casos, esta chispa de verdadera vitalidad no recibe reconocimiento en el proceso de experiencia a través de la comunicación. Por tanto, se forman lagunas o “agujeros” en la historia personal. Se llenan los “huecos”: las interpretaciones de nuestros hijos creadas en ese momento, espejos distorsionantes, como una forma de protección contra el sufrimiento, el dolor que surge en momentos de no aceptación. Al darle un significado distorsionado a su sufrimiento, es más fácil para una persona. El niño puede aceptarlos y sobrevivirlos: “Algo anda mal en mí”. “Bueno, es culpa mía”, puede pensar el niño. Al comienzo de la terapia, el cliente recibe del psicoterapeuta interpretaciones alternativas de su sufrimiento. En este caso, por regla general, las defensas psicológicas se activan; una persona puede resistirse a nuevas formulaciones. Sin embargo, una persona puede permanecer en la terapia si su parte madura está interesada en los cambios y su parte infantil se apega al psicoterapeuta. Apego en un "buen" sentido: calidez, apoyo y aceptación. Este nuevo apego restablece una conexión afectiva más profunda entre los centros inconscientes del yo emocional arraigados en el cuerpo (hemisferio derecho) y los aspectos "superiores" más conscientes del cerebro. que llevan a cabo el funcionamiento del ego y los procesos de creación de significado (cerebro izquierdo), interpretaciones nuevas y más amplias comienzan a tener sentido a nivel sensorial. Se pueden entender y analizar muchas cosas con la ayuda de literatura y artículos psicológicos. Sin embargo, también puedes confundirte, aumentar el estado de caos interno y de perdición: “Tengo un dolor amargo, no lo superé en la infancia...” O: “Me arruinaron toda la vida...” Trabajar. a través de traumas internos, impotencia aprendida y formar nuevos patrones de comportamiento - Need a Guide. En psicoterapia, el guía es un psicoterapeuta, un psicólogo. La herramienta principal en psicoterapia es la conversación. A través de la comunicación y la interacción con un especialista, uno llega a conocerse y aceptarse a sí mismo, a superar sus traumas y conflictos internos. Estimados lectores, les deseo una vida plena y de alta calidad. Gracias por su atención))) Una selección de artículos sobre el tema: psicoterapia ¿Qué es la psicoterapia? Etapas de la terapia para el cambio y el crecimiento personal Alianza psicoterapéutica y formación de relaciones en la terapia Carta de una persona sometida a psicoterapia