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“La experiencia es hija de errores difíciles” Una persona a menudo tiene miedo de cometer un error. Por tanto, cede ante las dificultades sin intentar superarlas. A un error le sigue la culpa, la vergüenza y el miedo. Para no verse inmerso en experiencias difíciles, ni siquiera inicia un negocio que pueda hacer y “entierra su talento” bajo tierra. Y Dios preguntará: “¿Por qué no usaste tus habilidades inherentes y aprovechaste las oportunidades brindadas?” Por supuesto, es importante considerar acciones y consecuencias. ¿Qué pasa si el error resulta mortal? Sin embargo, a veces el proceso de pensamiento se vuelve total y detiene la actividad. Mire a un niño pequeño que intenta dar el primer paso. Antes de eso, tuvo cientos de intentos fallidos y erróneos. Sin embargo, el bebé se levanta después de caerse y hace otro intento de aprender a caminar. Se necesitan 1000 errores para formar una habilidad. Y al final, éxito. Los errores, como las publicaciones en una carretera, te ayudan a navegar por el terreno. Si estudia cuidadosamente el área del error, examina su propio eslabón débil, entonces el error se convertirá en éxito. Carlos Castañeda contó una parábola: “Un maestro y un alumno viajaban en una carreta por un camino pedregoso. Una serpiente se arrastraba por el camino. El estudiante frenó bruscamente. El maestro dijo: “Hoy no pasaste por encima de la cola de la serpiente, pero mañana pasarán por encima de su cabeza”. La serpiente no ha adquirido experiencia y perderá la vida. Es necesaria una cierta dosis de frustración para adquirir experiencia de vida. “Tengo una experiencia de vida detrás de mí. Y una vez hubo alas." Una joven con gafas rosas vuela alegremente hacia la vida. A veces, como una polilla a la llama. Y se quema y comete errores. Los padres intentan protegerlos de los errores. Pero un error es una lección. Los errores ayudan a dar forma a las experiencias de vida. Después de todo, la experiencia no se forma a partir de las historias de otros. El daño mental es una herida. Al principio hay un dolor agudo. Entonces la herida duele, duele y pica. Quieres tocarla y hablar de ella. Una cicatriz queda como marca del recuerdo. La experiencia se compone de esas cicatrices. Si una situación similar se vislumbra en el horizonte, la Intuición rascará la cicatriz y la persona evitará el lugar peligroso. El error del pasado es la sabiduría del futuro. En la película "No puedo decir adiós", Sergei encontró el amor verdadero después de pasar por una vil traición. La sabiduría popular dice: "No habría felicidad, pero la desgracia ayudaría". Todo es relativo. El hijo del campesino se cayó del caballo y se rompió una pierna. Los aldeanos se quejaron: "Pobre lisiado". Pronto comenzó la guerra y los jóvenes fueron llevados al frente. Y el tipo de la pierna rota se quedó en casa. Los vecinos del pueblo estaban celosos: "Qué suerte". El caballo de un campesino se escapó de su patio. El pueblo se lamentaba: “¿Cómo podéis gestionar vuestra granja sin un caballo?” Pero el caballo regresó y trajo consigo un caballo. Una incorporación inesperada. El pueblo estaba celoso: "Suerte". La misma situación provocó reacciones diametralmente opuestas en las mismas personas. Por ejemplo, una pierna rota causaba horror en tiempos de paz, pero alivio en tiempos de guerra. Depende del fondo que pone de relieve esta situación, del contexto. Todo en la vida es relativo y se aprende por comparación. Por tanto, no se apresure a emitir juicios. Los sabios tienen un dicho: “Todo lo que se hace es para mejor”. Es solo que lo mejor no se reconoce de inmediato..