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Con qué frecuencia escuchamos declaraciones con el siguiente contenido: “He perdido el interés por todo, no tengo deseos, no puedo, no sé lo que quiero, Me rindo, todo es en vano, vivo mi vida en vano... "¿Qué podría haber detrás de esto? ¿Es posible que tales declaraciones sugieran siempre síntomas depresivos o existen otras razones para tal estado de ánimo? Si recurrimos a la psicología del desarrollo, podemos Veamos que en la vida de una persona hay un lugar para una gran cantidad de períodos en los que experimenta ciertas turbulencias, inestabilidad, dudas, malestar y estas etapas de la vida se llaman crisis relacionadas con la edad. Se pueden dividir condicionalmente en dos grupos: Crisis de la infancia y la edad adulta. El primero incluye: 1. Crisis del recién nacido, 2. Crisis del primer año de vida, 3. Crisis de los tres años, 4. Crisis de los siete años, 5. Crisis adolescente. Al segundo: 1. Crisis de la edad adulta temprana, 2. Crisis 30 años, 3. Crisis 50 años,4. Crisis de transición a la edad adulta. Observo que la clasificación anterior es bastante condicional y puede tener cierta variabilidad en diferentes fuentes. ¿Qué une a estos períodos? Si nos dirigimos a la etimología de la palabra crisis, veremos que es del griego. origen (κρίσις) y se traduce como: juicio, veredicto, decisión, punto de inflexión, golpe, resultado (de batalla). En terminología médica, este es el nombre de una condición en la que el paciente puede mejorar o dejar de luchar por su existencia. ¿Por qué se caracterizan los puntos críticos en psicología? El hecho de que los viejos métodos de adaptación a la vida, la interacción con el mundo exterior, las formas de lograr ciertos objetivos dejan de funcionar o se vuelven ineficaces, y aún no se han desarrollado otros nuevos. , puede tener la sensación de que la tierra está desapareciendo bajo nuestros pies, el mundo que ha sido cuidadosamente creado a lo largo de los años se está derrumbando y se están perdiendo los terrenos para construir una línea de vida... La confusión y la desesperación pueden abrumar a una persona. . Y aquí puede ser útil el conocimiento de que existen varios períodos de este tipo y que, además de estados bastante dolorosos, también le dan al individuo la oportunidad de comprender la experiencia actual, eliminar lo innecesario y disfuncional, formar bases renovadas, establecer metas y desarrollarse. estrategias productivas para la existencia en el mundo, formas de interactuar con uno mismo y con los demás. Es importante recordar: siempre hay una opción de CÓMO reaccionar ante lo que me está sucediendo y QUÉ veo en ello: colapso o nuevas oportunidades..