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Del autor: Un caso desde la práctica de las constelaciones familiares. Cada jueves puedes hacer tu propia constelación familiar: Caso de la práctica No estoy nada feliz con la vida, estoy constantemente triste... Una joven, de unos veinte años, muy triste. Está muy preocupada por su constante estado de depresión. Le hacemos una constelación. Elegimos sustitutos para ella y su condición: la depresión. En el proceso de trabajo, vimos que la depresión nos lleva a su madre. Descubrimos que la relación entre las mujeres es tensa y la niña se muestra reacia a hablar de ello. En el acuerdo quedó claro que la hija había ofendido de alguna manera a su madre. Pero le cuesta mucho mirar en dirección a su madre, se aleja y se da la vuelta. Entonces aparece la depresión... Seguimos trabajando y, con la ayuda de frases curativas auxiliares, acercamos a la clienta a su madre en amor y armonía. La clienta se acerca mucho a su madre y le hace una profunda reverencia. Ella permanece en profunda reverencia durante algún tiempo. Cuando se levanta, su madre la abraza con cariño, como a una hija pequeña. La depresión pasa a un lado “Ya no me necesitan aquí”, dice un psicólogo. La depresión es el vacío, es cuando falta alguien. En estos momentos la clienta extrañaba a su madre. Por alguna razón en el pasado se alejó de su madre, estaba claro que la estaba rechazando. Y no importa por qué motivos, pero si se interrumpe el movimiento hacia el padre o la madre, se produce un dolor intenso y en lugar del amor hacia el padre o los padres se forma un vacío que se llena con depresión. Sólo aceptando a tus padres tal como son, sin juzgarlos ni resentirlos, podrás salir de la depresión. Cuando la cliente miró a su madre, como una niña mira a su madre, cuando nuevamente tomó el lugar de su hija y le abrió su corazón a su madre, ganó integridad y la depresión retrocedió..