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Cuando una persona está enojada, deprimida o ansiosa, tiende a percibir sus pensamientos negativos como hechos. Por ejemplo, “Me miró así, definitivamente no le agrado”. En este caso, los pensamientos son sólo conjeturas, interpretaciones, ideas. Sí, los pensamientos negativos pueden ser ciertos. Es posible que a alguien realmente no le agrademos. Y para entender si un pensamiento negativo es cierto o no, conviene realizar un pequeño análisis Trabajo independiente con pensamientos: Identifique sus pensamientos. Por ejemplo, "no le agrado". Compárelos con hechos reales, escriba los pros y los contras de la confiabilidad de este pensamiento. Sólo porque pienses que algo no significa que sea verdad. Después de todo, sólo porque te consideras un gato, es poco probable que lo seas. Necesitamos evidencia objetiva para confirmar o refutar los pensamientos negativos. Por ejemplo, "nunca me dijo nada malo, a menudo vino al rescate, se alegró de conocernos, etc. Piensa si siempre confías en este pensamiento". ¿Este pensamiento te parece cierto en algún estado emocional? ¿O este pensamiento tiene mayor poder en momentos de ansiedad, tristeza, irritación? Si es así, ¿se puede decir que este pensamiento es cierto, dadas las fluctuaciones en la confianza en él? ¿Recuerdas los pensamientos que te aparecen con bastante frecuencia? ¿Encajan en alguna categoría de distorsiones mentales? Las distorsiones mentales (cognitivas) son errores de pensamiento, conexiones lógicas formadas incorrectamente que provocan conclusiones, valoraciones y acciones erróneas. Las distorsiones cognitivas surgen de creencias disfuncionales. Una persona que constantemente habita en creencias negativas y confía en pensamientos irracionales puede deprimirse, sentirse ansiosa, procrastinar, dudar de sí misma y sufrir falsos sentimientos de culpa, vergüenza y soledad. Sin embargo, al analizar los pensamientos automáticos, se pueden identificar tanto las distorsiones cognitivas como las creencias disfuncionales. A menudo, las distorsiones cognitivas se arraigan y se convierten en las lentes a través de las cuales vemos el mundo. En consecuencia, la percepción de la realidad se distorsiona y esto contribuye a la creación de una “realidad alternativa” en la que a una persona le resulta bastante incómodo estar. ¿Las distorsiones cognitivas son siempre malas? No. El cerebro simplifica y condensa la información cuando hay demasiada o cuando es difícil de entender. Esto ayuda a ahorrar tiempo y energía. Pero es importante aprender a determinar en qué casos las distorsiones cognitivas facilitan la vida y cuándo ya interfieren y perjudican. Lista de distorsiones cognitivas Lectura de la mente: Crees que sabes lo que otros piensan sin tener pruebas suficientes para hacerlo. Por ejemplo: "Él piensa que soy absolutamente estúpido". Predecir el futuro: predices el resultado de eventos que aún no han sucedido. Por ejemplo: "Definitivamente no me contratarán para este puesto". Catastrofización: está seguro de que sucederá el más terrible de todos los posibles resultados y será simplemente imposible soportarlo. Por ejemplo: "No me importará si pierdo en competiciones" o "Él no contesta el teléfono, ¿qué pasa si hay un accidente?" Etiquetado: Te asignas cualidades y características negativas globales a ti mismo y a quienes te rodean. Por ejemplo: “Soy un perdedor” o “Él es una mala persona”. Devaluación de lo positivo: crees que tus resultados y logros positivos (o los de otras personas) en realidad no tienen valor. Por ejemplo: “Los amigos deberían ayudarse unos a otros de todos modos, así que no hay nada que agradecerle” o “Vamos, todos podrían graduarse de la universidad con honores, no creo que ese sea mi éxito. Filtro negativo: te concentras en hechos negativos”. y no te des cuenta de los positivos. Por ejemplo: “Un oyente se fue antes de que terminara mi presentación. Aparentemente no estaba bien preparado”. Sobregeneralización: se sacan conclusiones negativas globales basadas en hechos o eventos aislados. Por ejemplo: con fracasos únicos, “nunca nada me sale bien”. Pensamiento dicotómico: percibes los acontecimientos basándose en el principio de “todo o nada”..