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Me dirijo a aquellos que tienen relaciones con el sexo opuesto. A menudo, un cliente llega con el problema de no entender a su pareja, con un montón de quejas, ira reprimida y bloqueada, emociones y sentimientos no expresados. Durante las sesiones, a menudo resulta que ambos socios quieren algo el uno del otro, pero no hablan, no construyen sus límites, no hablan de sus responsabilidades en la relación, quién es responsable de qué (por ejemplo, ella lava los platos). , ordena la casa; saca la basura, hace la compra). Cuando no hay acuerdo (como si conviniera a ambos socios), no hay apertura (los sentimientos, las emociones se guardan en silencio), no se trazan límites (cada uno de los socios no indica, no dice cómo se le puede tratar, y qué tan indeseable y por qué; por ejemplo: " No me grites, me hace sentir mal y me ofendo”, etc., en consecuencia, se acumula mucho resentimiento, irritación, enfado, insatisfacción. empeorar, y cuando ya no se puede soportar esta “bola de nieve”, no queda nada más que acudir a un psicólogo familiar. Y a veces ya es demasiado tarde cuando uno de los socios llega al límite de su paciencia y está dispuesto a marcharse y ahí está. No hay deseo de restablecer la relación, por muy triste que parezca, lo que más a menudo sucede es que cada uno de los socios no aprecia al otro, quiere que sus necesidades sean satisfechas y las demás en un segundo plano. ¿Encontrar un punto medio donde ambos socios sean felices y tengan una relación cómoda? En general, una relación es un baile de dos. Este es un baile donde dos personas se ponen de acuerdo, intentan ser abiertos, hablan de sus necesidades, se cuidan el uno al otro... Donde el pie de un compañero sigue, seguido por el pie del otro, la cabeza del hombre girada hacia la izquierda, la mujer está hacia la derecha y hacia adelante... y así durante toda la vida :-) Construir relaciones es un privilegio de ambos. Y la responsabilidad de mantener la relación recae por igual en ambos. ¡Así que tengan más cuidado unos con otros! ¡¡¡Escuche a su pareja como a usted mismo y ámense en esta apasionante danza de la vida!!! ;-) Su psicóloga y psicoterapeuta Irina Tatarchenkova)