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Relaciones entre personas: conocidos, amigos, seres queridos cercanos: qué importante es esto en nuestras vidas, cuán diferente cada uno de nosotros entra en ellas, apoya, construye, completa y destruye. No vivimos en una isla desierta y la forma en que construimos relaciones con las personas determina casi todos los aspectos de nuestras vidas. Y cuanto más estrecha es la relación, más fuerte es el impacto que tiene en nosotros: si te peleas con un conocido al que ves una vez al año, probablemente no te afecte tanto como una pelea con un ser querido. Entonces, rechazo, qué es. ¿él? – rechazo, “No quiero estar cerca, esto no me conviene, no quiero identificarme con eso”. Para comprender mejor el rechazo, es más fácil pensar en su opuesto: la aceptación: eres interesante, ellos quieren “tratar contigo”. Hay personas rechazadas: estos son aquellos que son rechazados, en la escuela nadie quería sentarse en el mismo escritorio con ellos, no quieren ser amigos de ellos, no les es fácil entablar relaciones. Lo más probable es que conozca a esas personas y pueda continuar con la lista de "problemas" con los que viven. Se convierte en un hábito y la relación espera ser rechazada. Empiezan a ver algo donde no está. Por ejemplo, una simple objeción se percibe como "Me enviaron", y la reacción es tan violenta que en realidad son enviados después de eso. Entonces las expectativas se cumplieron, pero fueron rechazadas. ¿Dónde están las raíces de este problema? Sí, sí, en la infancia. Una de las razones es que el niño aún no ha nacido, pero no quieren que aparezca. Esto ya sienta las bases para el rechazo. Otra razón es la falta de amor paternal expresado. La tercera razón es cuando en la familia se da preferencia a un niño. ¿Cómo luchar? Hay una advertencia. Regalamos lo que recibimos. Lo que nos hicieron a nosotros, así lo haremos nosotros a los demás. A menudo, las personas que viven con el problema del rechazo no se dan cuenta de que ellos mismos, en una relación, rechazan a los demás, y esto puede ser muy cruel. Y el primer paso hacia la liberación es darse cuenta y, si es posible, no rechazar. El segundo paso es recordar a aquellas personas de las que se recibió el rechazo y perdonarlas (normalmente se trata de figuras paternas que recibieron el problema del rechazo de sus padres, y sería bueno que el testigo del rechazo no se transmitiera más). El tercer paso es que necesitas ser aceptado por alguien, para conseguir esa experiencia de amor y aceptación, entonces podrás darlo y recibirlo en una relación. Y el cuarto paso es aceptarte a ti mismo. No todas las personas tienen que ser agradables contigo y este hecho significa que el rechazo no siempre es malo, y que no es un tabú. Sólo hay que manejarlo con el mayor cuidado posible. Amar no significa aceptar completamente: hay algo que te gusta de un ser amado y hay algo que no te gusta. Simplemente cuanto más estrecha es la relación, más claramente se manifiesta el problema del rechazo. Tomashevsky Andrey, consultor Gestalt.