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Del autor: Observaciones personales El problema de los padres de niños es tan antiguo como el mundo. Cada uno de nosotros lo ha encontrado en su familia y definitivamente lo encontrará en el futuro en un grado u otro. Este tema me resulta especialmente cercano porque soy madre de un niño pequeño. Al construir la relación con su hijo, los padres deben recordar dos cosas. En primer lugar, se trata de la necesidad de proporcionar al niño todas las condiciones para que crezca como una personalidad libre, armoniosamente desarrollada, fuerte y segura. Para un niño, una familia debe ser una isla de seguridad, un lugar donde lo aman, lo cuidan, lo ayudan y lo apoyan. No sabemos qué les depara el futuro a nuestros hijos. cuántas dificultades y sufrimientos les aguardan. Así que dejemos que los recuerdos del hogar calienten a nuestros hijos en los momentos más difíciles. Alimenta a tu hijo con amor por la vida, abrázalo, bésalo. Después de todo, preste atención: puede ver a personas que crecieron enamoradas a un kilómetro de distancia: son tranquilas, tienen confianza, aman la vida y saben amar a los demás. Y una historia completamente diferente es la de personas que crecieron en medio de agresiones, reproches y escándalos... Pero aquí hay un peligro. La ayuda y el apoyo no deben convertirse en sobreprotección. Un niño, privado de la oportunidad de mostrar su independencia desde la infancia, crece hasta convertirse en un colchón infantil de cuarenta años que se asoma por debajo de la falda de su madre. Tan pronto como mi hijo mostró interés en los juguetes, comencé a colocarlos frente a él y observar)) Al principio, mi hijo pidió un juguete, luego exigió, gritando, gruñendo. Al darse cuenta de que sólo podía confiar en sí mismo, el niño comenzó a alcanzarlo por sí solo y, gimiendo y sonrojándose, ¡finalmente lo alcanzó! ¡Cuánta felicidad, placer y triunfo por la victoria había en la mirada de mi hijo está más allá de las palabras! Privar a un niño de la oportunidad de experimentar estos sentimientos desde su propia victoria sobre las dificultades, de ayudarlo y cuidarlo en todo, es un crimen. El segundo punto que deben recordar los padres es determinar qué posición ocupan en la vida del niño. Es muy bueno que los padres se comuniquen con el niño en igualdad de condiciones, lo consulten, le den el derecho a elegir y escuchen su opinión. Cuando padres e hijos mantienen un diálogo establecido, esto es bueno para ambas partes: siempre estás interesado en cómo vive tu bebé. Y, por supuesto, esto le permite ajustar de forma ecológica, indolora y silenciosa el comportamiento y la dirección de los pensamientos del niño. Un proverbio indio dice: “un niño es un huésped en tu hogar, aliméntalo, edúcalo y déjalo ir”. No debes hacer de un niño el centro del universo. ¡Participe en el autodesarrollo, los deportes, los viajes, construya una carrera! Y entonces la inevitable ruptura, la separación, no se convertirá en un desastre para ti.