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La trama de esta serie distópica se basa en el “procedimiento de separación” al que se someten los empleados de la Corporación Lumon para poder empezar a trabajar para la misma. Se implanta un chip en la cabeza de cada uno de ellos, con la ayuda del cual se separan las memorias de trabajo de las ordinarias. El tema principal es la ridiculización grotesca de la cultura corporativa, pero además de esto, el mecanismo mismo de cómo funciona la separación. Se muestra muy claramente, que es una alegoría de la defensa mental de la escisión. El mecanismo de la escisión se muestra literalmente, representando el trabajo de la realidad mental desde el interior. Parece simplificar la vida, separando la vida laboral de todo lo demás, dividiéndola en simple y compleja, buena y mala, omnipotente e indefensa. Y para cada una de estas partes de la personalidad hay sus propios conceptos: "innie" - versión laboral, y "extra" ("outtie" en inglés) - una persona fuera de la corporación: impotente, sujeta a la autoridad, sujeta a castigo, sufrimiento, que realiza un trabajo sin sentido, subyugando al intra y obligándolo a trabajar. En la estructura de la psique, ella puede ser la personificación del Superyó. Son como dos personas diferentes que no saben nada el uno del otro, pero, de hecho, son dos partes de un todo que luchan por la integración. El personaje principal, Mark, que sobrevivió a la muerte de su esposa, renuncia voluntariamente a una parte de sí mismo, separando su lado sufriente, "malo" e intolerable. Él la envía a trabajar, creyendo que al menos allí no sentirá el dolor de la pérdida. Sin embargo, estos sentimientos no desaparecen en ninguna parte; siguen dentro, aunque no se realizan. Más tarde, Mark se entera por su antiguo colega que a veces llegaba a trabajar con los ojos rojos y escucha: "Aún sufres allí, pero no entiendes por qué. Según Z. Freud, dentro del Yo coexisten dos actitudes mentales". relación con la realidad externa, al contrario de las pulsiones: el primero tiene en cuenta la realidad, el segundo la ignora, destacando los deseos. Estas actitudes conviven sin ejercer ninguna influencia entre sí al igual que las dos partes de la personalidad de los héroes de “Separation”. Uno de ellos demuestra un rechazo de la realidad, y el segundo, de las pulsiones. Si asumimos que la tarea de la escisión (en este caso, la separación) es reducir el disgusto, entonces, como vemos en el transcurso de la trama, una persona. no lo recibe, sino alternativamente altas amplitudes de placer y disgusto, lo que lo agota y lo desorganiza aún más. A partir de tales cambios, la vida se vuelve aún más insoportable, ya que la psique no es capaz de integrar la ambivalencia..