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Del autor: Publicado en 2009 en la revista “Familia y Niños” ¡LOS NIÑOS VIENEN A LA TIERRA! Tytil. ¿Por qué nos llaman Pequeños Seres Vivientes?.. Alma de Luz. Porque ellos mismos aún no viven... Tyltil. ¿Qué están haciendo?... Alma de Luz. Están esperando que llegue la hora de su nacimiento... Tyltil. ¿La hora de su nacimiento?... Alma de Luz. Sí. Los niños que nacen en la Tierra vienen de aquí. Todos esperan su turno... Cuando los padres y las madres desean tener hijos, esas grandes puertas de la derecha se abren y los bebés descienden a la Tierra... Maurice Maeterlinck. “Pájaro Azul” El nacimiento de un bebé es una etapa importante en la vida de cualquier matrimonio. La capacidad biológica para ser padre no siempre coincide con la preparación psicológica para la paternidad, lo que de una forma u otra está relacionado con el concepto de madurez. La madurez de una pareja depende de la actitud de los cónyuges hacia el feto, de la llamada “hospitalidad de la pareja” ante la llegada del bebé. "Cariño, tengo noticias: ¡estoy embarazada!" El embarazo en una pareja puede ser planeado o ocurrir inesperadamente. Si bien un embarazo accidental suele ser indeseable para los cónyuges, al menos uno de los cónyuges, si no ambos, espera un embarazo planificado. Los motivos para mantener el embarazo dependen muchas veces de las actitudes personales de la pareja y de las normas sociales aceptadas en la sociedad. El motivo de mantener el embarazo por el bien del niño es muy común. Este es el motivo más positivo, que refleja la necesidad psicológica de la pareja de ser padres y su disposición para ello. Es típico de parejas socialmente maduras y realizadas personalmente. Otro motivo podría ser el embarazo de un ser querido, cuando el feto, como parte del hombre amado, es un símbolo del pasado o presente “brillante” que se quiere llevar a lo largo de la vida. A menudo hay casos en los que el motivo del embarazo es preservar la relación, cuando una mujer decide tener un hijo para introducir algo nuevo en una relación cercana con un hombre y mantenerlo cerca. Recientemente, se ha generalizado el motivo para tener un hijo: la obtención de beneficios materiales. Esto incluye casos de gestación subrogada, participación en diversos programas sociales, incluida la resolución de problemas de vivienda. Un motivo positivo para mantener el embarazo es uno de los indicadores de la preparación psicológica de una pareja para la paternidad. Al mismo tiempo, los psicólogos suelen incluir en el concepto mismo de dicha preparación lo siguiente: la conciencia de los futuros padres de la importancia de la decisión que se toma, la llamada "decisión responsable sobre la paternidad"; papel del padre y de la madre en la crianza del feto; tomar una decisión tan importante no por motivos personales, retención de la pareja, autorrealización o ganancia material del futuro hijo no sólo de las necesidades físicas, sino también mentales (reconocimiento de la importancia de la crianza prenatal del bebé). En este sentido, todos los padres potenciales se pueden dividir en tres grupos principales. El primer grupo incluirá parejas con un alto umbral de preparación psicológica para el nacimiento de un bebé. Reciben con alegría la noticia del embarazo, se preparan con antelación para la llegada del bebé, compran pañales juntos, organizan una guardería para su primogénito y discuten el nombre que le pondrán. Realizan con precisión todos los procedimientos necesarios durante el embarazo. El tema favorito en la conversación es el tema del niño. El futuro padre ya está en plena comunicación con el bebé, escuchando el más mínimo movimiento del feto. ¡Bienvenido, bebé! En una pareja con un umbral bajo de preparación psicológica, alguien experimenta dudas y sentimientos negativos hacia el próximo embarazo y duda a la hora de tomar una decisión sobre el nacimiento de un bebé. En una palabra, no estoy listo!