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Del autor: Los padres que fueron criados con demasiada dureza en la infancia a menudo crían a sus hijos con demasiada gentileza “Me trataron con demasiada dureza cuando era niño”, dice el padre. - Me sentí tan ofendido y decidí que nunca permitiría que esto les pasara a mis hijos. Y corre de un extremo al otro. En la recepción, una madre y una niña de 5 años. Mamá está tratando de contarme qué está pasando en su familia y qué le preocupa. En ese momento, la chica camina por la oficina, toma todas las cosas que quiere, abre los cajones, saca todo de ellos. Sin prestar atención al hecho de que los adultos están hablando entre sí, el niño se me acerca, me pregunta sobre el propósito de las cosas que saqué de la caja, exige hacer esto y aquello. Mamá la grita y ni siquiera intenta detenerla. Ninguna de las actividades que sugiero satisface a la niña. Finalmente pide lápices y se sienta a la mesa. Entre mostrar los dibujos con un fuerte “¡mira cómo quedó!” Su madre y yo podemos escucharnos. “Bueno, no puedo castigarla”, dice mi madre con miedo, aunque no dije una palabra sobre los castigos. - Recuerdo lo mal que me sentía de niño cuando mis padres me prohibían o me quitaban algo. A mamá no le gustó la forma extrema en que la criaron (demasiado estricta). Y pasó al otro extremo de la gentileza: a mi hija se le permitirá todo, la amo mucho. Y al otro extremo: se puede educar con connivencia o con castigo-crueldad. No hay una tercera opción, pero tiene un hijo maravilloso. Chica activa, curiosa, sin déficits neurológicos. No es cobarde, pregunta sobre todo: quiere saber el motivo de lo que está sucediendo ("¿Por qué no?", "¿Por qué es verde?"), Asertiva, es decir, las cualidades innatas del niño son muy buenas. Simplemente no existen límites para comunicarse con otras personas. Y ésta era la tarea de la madre. Enseñarle a un niño cómo comportarse en sociedad y cómo no hacerlo; esto no es violencia. Enseñarle a un niño a respetar los límites de otras personas no es violencia. Enseñarle a un niño que no puede conseguir todo lo que quiere en este momento. Tampoco la violencia. Todo esto sólo le beneficiará, porque es mejor que su madre le enseñe esto con amabilidad, y no que la vida misma le enseñe esto. Es cierto que ya no es bueno, pero ¿cómo resultará?.