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“¿Tu hijo puede hacer esto?...” “Hmm, qué raro, a esta edad ya hemos leído...” “¿A qué clubes asistes?...” “¿Cómo ? Sólo un club... Hmm, aprendemos dos idiomas y tenemos natación y kárate”. “Ahora les diré cómo hacerlo bien, cómo debe ser…” Todos los padres escuchan a menudo estas y muchas otras preguntas y afirmaciones. ¿Qué hacer? ¿Como reaccionar? ¿Y es necesario reaccionar? Vamos a resolverlo. Los padres se dirigen a mí, como psicólogo infantil: “¿Debo escuchar a los consejeros intrusivos? Si no, ¿cómo responderles? ¿Debería proteger sus fronteras o escuchar y hacer lo que le aconsejó el próximo asesor? ¿Y si él, el asesor, sabe más y además tiene experiencia y dos hijos? Tiene un bebé muy alegre y de rápido desarrollo”. Siempre respondo a los padres de manera inequívoca a esta pregunta: “No puedes permitir que otras personas decidan cómo vives; qué hacer; a qué club llevar a su hijo y a cuál no, qué decir y qué no decir”. Los consejos, las recomendaciones que no solicita, las observaciones o comentarios dirigidos a usted o a un niño son una grave violación de sus límites, una acción agresiva dirigida a usted. La excepción es cuando alguien ve una escena de violencia física sobre un niño o un adulto, en cuyo caso es necesario intervenir y responder. En todas las demás situaciones, es importante aprender a defender su frontera, territorio, autoridad. Pero aún así hágalo de manera educada, por ejemplo, diciendo: “Gracias por su preocupación, pero sé mejor lo que mi hijo o mis hijos necesitan”. Pero a veces es posible de manera grosera si la situación lo requiere. Otra dificultad que enfrentan los padres es la situación en la que las madres se jactan de las habilidades y méritos de sus hijos. Quizás te preguntes: "¿Qué hay de malo en eso?" Por un lado, nada, pero también hay trampas: a veces las madres se dejan llevar por el proceso de elogiar a sus hijos y no se dan cuenta de cómo empiezan a comparar a sus hijos con otros niños. De muchos padres escucho palabras de confusión: “Pero nuestro hijo sólo va a un club y todavía no sabe leer. ¿Qué debemos hacer? ¿Quizás escuchar a mamá X y hacer lo que ella dice? Queridos padres, es importante recordar que cada niño es único por naturaleza. Cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo, tipo de sistema nervioso. Para el desarrollo de un niño sano y que se desarrolle armoniosamente, es necesario conocer sus fortalezas y debilidades, sus capacidades y, lo que es muy importante, escuchar lo que el propio niño quiere. Al escuchar los deseos de su hijo o hija, dándole un poco más de libertad de elección, los padres desarrollan y apoyan en el niño un sentido de su valor, singularidad y, créanme, su relación mejorará y el nivel de La confianza mutua aumentará. Y aquellos que están acostumbrados a comparar a sus hijos y a los suyos harían bien en aprender a defender sus límites personales o minimizar la comunicación. No les doy a mis clientes recomendaciones preparadas sobre cómo protegerse. Cada uno tiene sus propios caminos. Para mí es muy importante que los padres comprendan que la infiltración en la familia de otra persona es siempre una dura interferencia en su espacio personal, es un comportamiento agresivo por parte de los demás. Y siempre debes protegerte a ti mismo y a tus hijos de la agresión. Cada uno tiene sus propios métodos: algunos responden gritando, otros se dan vuelta y se van. En una situación en la que personas cercanas o familiares le dan consejos, tiene sentido expresar sus sentimientos y agradecerle por su atención. Por ejemplo: “Gracias por tu preocupación y, sin embargo, no me agrada que me aconsejes algo innecesariamente”, “Gracias por el consejo y, sin embargo, sé mejor lo que mi hijo necesita”. Idealmente, todo el mundo quiere protegerse sin conflictos, pero también de una manera que comprenda de una vez por todas. Para ser honesto, a veces esto es imposible sin conflicto. Estoy en contra del comportamiento conflictivo o, más precisamente, del comportamiento conflictivo irrazonable. Pero hay situaciones en las que un padre necesita demostrar su valía, especialmente cuando se trata del espacio personal o el bienestar del niño, como le gustaría a todo padre..