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Imaginemos una situación: viste un vídeo o leíste un post de un blogger que dice que comer 400 gramos de verduras y frutas es bueno para la salud y te fijas un objetivo : comerlos todos los días. Aunque antes de esto no las has comido ni nada ni un par de manzanas a la semana, estás motivado, inspirado, sientes una actitud positiva y la confianza de que definitivamente lo harás. Ve a la tienda, compra brócoli, repollo, hierbas. pepinos, naranjas y otras verduras y frutas favoritas, cocínalas y cómelas todo va bien durante unos días. Luego se acaba la inspiración, las cosas que hacer en el trabajo, los deberes del niño se acumulan, algo no está de buen humor y el día. Surge el pensamiento: "¿Realmente necesito esto?", "Me he quedado sin verduras, no puedo ir a la tienda, quiero ir mañana", "Estoy cansado de comerlas". No quiero”. La misión fracasó. El hábito no tuvo tiempo de formarse y hubo un retroceso al comportamiento/dieta habitual. ¿Qué pasa si añades disciplina Independientemente de tu estado de ánimo, continúas incluyendo verduras y frutas en tu dieta todos los días: comprueba su disponibilidad en el frigorífico? , prepare platos/ensaladas de verduras en cada comida, agregue verduras en cualquier forma, etc. ¿Y así, día tras día, hasta que se convierta en un hábito y en algo completamente normal? Quizás para tareas consistentes a largo plazo (por ejemplo, dominar un nuevo hábito, lograr una meta a largo plazo), la disciplina funcione mejor que la motivación, la respuesta a la pregunta "¿Por qué?" Un determinado estado emocional o mental La tarea de la motivación es encender una ola de emociones que conduzcan a una meta preciada. Tentador, ¿verdad? Sólo hay un problema: las emociones pasan con el tiempo y la motivación disminuye. Y a veces desaparece por completo. Especialmente cuando hay muchas otras cosas que hacer, distracciones o emociones incómodas (ansiedad, ira, irritación, etc.) y se activa la espera del estado adecuado para comenzar de nuevo. Esperar una nueva ola de motivación es costoso. tanto en términos de tiempo como de posibilidades perdidas. La disciplina es un sistema. Acciones regulares y rutinarias hacia una meta es hacerlo independientemente de tu estado de ánimo e inspiración..